POSTALES: La muestra "El Atlas de Borges" y María Kodama


Por Pedro L. Armano


A raíz de la muestra “El Atlas de Borges”, que se inaugurará, María Kodama y la periodista cultural del diario La Nación, Susana Reinoso, recorrieron algunos sitios donde el escritor estuvo en su juventud y también los últimos lugares claves que disfrutó con su esposa.

La foto periodística lo dice todo: la fachada de la librería Jullien que el escritor argentino visitaba en cada viaje. El título de la noticia, Tras las huellas de Borges en Ginebra y la bajada, La zona antigua de la ciudad suiza mantiene la casa que habitó el escritor, el café y la librería que frecuentaba y su tumba son más que elocuentes.

Las calles intrincadas, con adoquines, los recovecos entre subidas y bajadas, los pequeños cafés, comercios y librerías antiguas hablan del poder seductor de la ciudad. “Se ha renovado sin perder sus ayeres. Perduran sus campanas y sus fuentes, pero también hay otra gran ciudad de librerías y comercios”. Así la definía el más grande forjador de sueños, como rezaba una de las coronas sin firma que rodearon su tumba en 1986. Borges está enterrado en el cementerio de Planpalais. En él se hallan además los restos de otro argentino: Alberto Ginastera.

Pero lo que más me intriga es saber qué pasa por la mente de María Kodama al recorrer esos lugares. A pesar de la siempre correcta indiscreción de esta exquisita dama, me permito arriesgar un pronóstico válido para muchos casos. En un artículo denominado El vacío, Manuel Vicent sostiene una teoría: “… detenerse a tiempo, ésa es la primera regla del arte y da como ejemplos un cuadro y un fresco. El cuadro es La danza de Henri Matisse. Cinco jóvenes bailan tomadas de las manos. Sin embargo, hay dos que no se alcanzan. El fresco, el de la Capilla Sixtina. Miguel Ángel no une los dedos de Adán y Jehová. Esos espacios invitan al espectador a unirse y caben en ellos todos los recuerdos gratos: desde el primer beso adolescente hasta una noche sentado en la terraza del café Rosati, en Roma.

Con este criterio veo a María Kodama paseando por Ginebra, deteniéndose en una callejuela, en alguna vuelta de esquina empinada, en determinado café o mirando las vidrieras de una librería en especial. Así, de esa manera, llenará los huecos con los recuerdos desnudos a flor de piel, gratos para el cuerpo y el alma.

Supongo que le vibrará todo su ser cuando el espacio, del que habla el escritor español, se cubre por completo con el atlas personal de ‘particulares’ remembranzas.


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POSTALES: Una travesía de lujo


Por Pedro L. Armano


El domingo 06 de julio me senté, como de costumbre, en el cómodo sillón que utilizo para leer el diario español El País; con el invierno, puerta-ventana de por medio. Ante esa felicidad placentera y pequeño-burguesa, me creía el rey de un inmenso territorio florecido de pequeñas alegrías. De repente, una noticia en la página 32 de la sección Cultura barrió con un fuerte viento los campos, y las pequeñas alegrías se hicieron añicos contra los árboles más fornidos. La felicidad alcanzada se destruyó en pocos minutos.

El título ya lo decía todo y la bajada completaba aún la desazón: Vacaciones musicales en el mar. La Orquesta Filarmónica de Viena anima un insólito crucero por el Mediterráneo.

El buque Aída Diva navegaba con las inmensas comodidades actuales: piletas de natación, jacuzzis, bares, restaurantes, gimnasios, spa, fiestas nocturnas y comercios libres de impuestos, etc, pero el gran atractivo era que por los altoparlantes se escuchaban no las melodías melosas de los tradicionales cruceros, sino la música de Strauss, Haydn o Beethoven que “se fundía con el mar y el aire cálido del verano mediterráneo”. (Goce y licencia literaria del corresponsal Jesús Ruiz Mantilla).

También, los conciertos en vivo eran frecuentados, en su mayoría, por alemanes y austriacos, aunque no faltaron los japoneses, coreanos, chinos y algunos nostálgicos españoles. La Filarmónica de Viena, bajo la dirección de Zubin Mehta, más el joven pianista Lang Lang como solista, brindaron, además, algunos conciertos en los puertos de las escalas previstas: Barcelona, una de ellas.

Otro dato interesante fue el acercamiento a los músicos. Les explicaban a los turistas la función de los instrumentos y sus características, dentro de la orquesta. Por ejemplo, el violinista Eckhard Seifert, después de las charlas, se prestaba, con su Stradivarius de dos millones de euros, a ser fotografiado las veces que se lo requiriesen.

El clarinetista Peter Scmidl declaró: “Esto ha sido una experiencia para nosotros y para el público. No sabíamos a qué veníamos ni qué nos encontraríamos, pero ha funcionado”. El violonchelista Tamás Varga, -tal el nombre de pila; no es error de imprenta-, dijo: “El sonido no es ideal, pero es una buena forma de hacer que la gente lo pase bien. No es más que eso, no le busquemos otras explicaciones, esto es una forma más de entretenimiento”. Probablemente para sustentar lo expresado, se basó en las 10 toneladas de carne, 2,7 de pescado, 11 de verduras, 9 de frutas, 2.300 langostinos y 34.000 huevos, que disfrutaron los casi 2000 pasajeros.

Y, como culminación del viaje, se ha subastado la batuta del maestro Zubin Mehta que llegó a pagarse 8.300 euros. La compradora, ya retirada de los negocios, fue la millonaria austriaca Elfi Blank. Donará lo adquirido a SOS Children.

Por su lado, Zubin Mehta, contento con la experiencia aunque muy agotado, llegó igual a ser sincero: “Me he divertido mucho y ha sido agradable, pero ya les he dicho que el próximo lo hagan con otro director”.

Esta travesía de lujo costó entre 2.500 y 8.000 euros por camarote.

Ante tal cimbronazo, mezcla de envidia e imposibilidad, me olvidé de “Las pequeñas alegrías” de Herman Hesse de mi juventud y del ‘reino’ de la comodidad dominguera.

El sacudón me obligó a cerrar el periódico, y salir a caminar por las calles de mi barrio, para corroborar el sol invernal de julio.




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POSTALES: Su majestad, el trasero



Por Pedro L. Armano


El escritor español Javier Cercas afirmó que ha vuelto el destape. Algo así como un neodestape. Sin embargo, por lo visto hasta la fecha, más que detenerse ha ido in crescendo. Se puede afirmar, incluso parafraseando el trillado dicho del puente y el agua, que desde los trajes de baño de las damas, donde se veían sólo los tobillos hasta la tira delgada que divide ahora las nalgas, ha pasado mucha arena bajo los pies.

Aunque les incomode a los cultores del arte -no soy mojigato-, la diferencia entre el erotismo y la pornografía es una línea muy delgada, y debido a esa delgadez suele romperse a menudo. Lo que sí es de considerar que España, después de un período férreo, por supuesto también hipócrita, como el de Francisco Franco, el destape fue una liberación no sólo en el sentido sexual sino, también, en el desarrollo total de la persona.

Pero volvamos a lo nuestro. El Diccionario de la Lengua utiliza en el caso de erotismo y pornografía similares sinónimos: voluptuoso, libidinoso o lujurioso, obsceno y vicioso. De donde se puede deducir que esa línea gris deja para la subjetividad la determinación de un término o de otro. (Recuerden a don José de San Martín que, siendo Protector del Perú, prohibió “la introducción de libros obscenos, con láminas o sin ellas (…)”. No obstante, el general hacía uso de la prostitución como hombre y buen soldado. En la actualidad, no existe película alguna, tanto comedia como las de terror, que no contengan alguna escena de sexo).

Si uno se detiene frente a un quiosco de diarios y revistas, observará que en el 70% de las tapas de las publicaciones figura una joven de tres cuarto de perfil, donde el trasero fue el último descubrimiento y, por lo tanto, resaltado a más no poder. ¿Cuánta dista una tapa con aquella dama bonita, dibujada y coloreada a la acuarela, de la joven insinuante con las nalgas al descubierto? Hoy se cuidan los traseros -¡hasta se reparan con cirugía!- como las facciones de la cara.

De cualquier manera, yo soy partícipe de que el cuerpo perfecto de una mujer, con rostro agradable además, encarna el ideal de la belleza.

No quisiera finalizar sin antes transcribir lo citado por Javier Cercas: “ (…) pero no olvidaré jamás un strip-tease de Ágata Lys, reina total del destape: se la veía al otro lado de una ventana, de frente y a lo lejos, vestida de blanco; mientras se quitaba la ropa sonaba una pieza de Mozart; al final se daba vuelta, se quitaba el sujetador y mostraba su espalda desnuda: dirán ustedes que es la apoteosis del kitsch, pero yo no creo haberme emocionado tanto en un cine en toda mi vida”.

Ya ven, en todos lados y épocas, se cuecen habas.


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POSTALES: La fotografía de la reina Rania

Por Pedro L. Armano


La fotografía de la reina Rania de Jordania, publicada por el diario español El País, muestra un rostro tenso y preocupado. El epígrafe denota aún más lo que se ve: “La Reina Rania de Jordania asiste con rostro preocupado a una rueda de prensa de UNICEF en Amán, sobre la situación de los niños en la franja palestina de Gaza (…)”. Y no es para menos. Los precisos bombardeos israelíes a objetivos neurálgicos -militares y civiles- van dejando un tendal de víctimas de distintas edades que está poniendo de pie a la comunidad internacional. Ya se escuchan voces de intelectuales, de un bando y del otro, sobre esta precaria zona de beligerancia constante.

Entonces, es propio de considerar que la reina, -la tercera mujer más bella del mundo y como salida de uno de los cuentos de Las mil noches y una -, esté anonadada con las muertes de los niños inocentes. Cabe recordar que la soberana es una permanente trabajadora en entidades filantrópicas centradas en los derechos de la mujer y los niños.

Por otro lado, el profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Sánchez-Cuenca, argumenta: “Ambos bandos llevaron a cabo acciones que ponían en peligro el precario cese de hostilidades.” Los vecinos jordanos de los palestinos y de la Franja de Gaza lo deben sentir así. Dicho esto sin “justificar el acoso criminal constante de Hamas contra las poblaciones civiles de Israel“, según el escritor peruano Mario Vargas Llosa.

Tanto intelectuales, pensadores, analistas y políticos tienen sus posiciones tomadas, pero coinciden en poner punto final ‘definitivo’ -y valga el adjetivo- al conflicto. “Sólo la paz duradera será su gran victoria -la de Israel-”, remata su artículo del domingo en El País el escritor español Manuel Vicent. “Nuestros corazones se han endurecido y nuestros ojos se han nublado”, dijo el periodista israelí Gideon Levy al cual Mario Vargas Llosa le agradece, porque todavía quedan justos en Israel. Mientras, deja una velada crítica a los ahora tibios progresistas Amos Oz y David Grossman.

Si mi memoria no me falla y comprendí el concepto en forma correcta, el rabino argentino Sergio Bergman planteó que se debe ir a una mesa de diálogo, donde ambas partes llevarán ‘internalizada’ una profunda y verdadera vocación de paz. De lo contrario, todo volverá a foja cero, como siempre.

Deseamos que los palestinos formalicen su comunidad sin el aparato bélico israelí presente y activo, como una espada de Damocles, y participar tranquilos de la vida cotidiana en cualquier ciudad de Israel: concurrir al supermercado, asistir a clase, viajar en colectivo o tomarse un café en alguna confitería, olvidando las garras del terror, que siempre estuvieron al acecho.

Y, por supuesto, disfrutar nuevamente con alegría de la sonrisa de la reina.


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POSTALES: Maru Botana


Por Pedro L. Armano


La revista cultural del diario La Nación, adnCultura del 01/11/08, publicó como nota de tapa Literatura y Cocina. En forma inmediata lo asocié con lo que le había sucedido, hace meses, a la cocinera mediática Maru Botana. -Quizá fluido del inconsciente-. El fallecimiento por muerte súbita del hijo menor es algo incomprensible y deja una marca imposible de disimular. Es un desgarro (literal), algo que se arranca de las entrañas, de lo más íntimo; carne de su carne, sangre de su sangre. Ser madre conlleva este designio especial que ni el padre biológico, ni nadie sufrirá como ella.

La ausencia es más que una soledad, es una herida”, escribió Juan Cruz Ruiz en su libro Muchas veces me pediste que te contara esos años.

Por lo tanto, esa risa abierta, sincera, agradable, contagiosa, tal vez la mantenga, pero llevará consigo, a partir de ahora, un rictus de nostalgia. Las heridas se pueden disimular incluso estéticamente, aunque permanecen y en algún momento o circunstancia molestarán como las cicatrices del cuerpo cuando hay humedad u otros factores.

Al margen de ello, las últimas declaraciones de Maru Botana apuntan a un, casi seguro, regreso. En una revista de ‘chimentos’ declaró: “Sé que hay un montón de gente que me quiere y necesita que esté bien. Eso lo sé, claro. Pero la verdad, hago lo que puedo, no es fácil. ¡Estoy destrozada!

No la conozco personalmente, ni a ningún familiar, pero por la actitud frente a este pesar, a la cantidad de hijos y por la posición adoptada con relación al trabajo, se vislumbra una familia católica, y si no lo es, se asemeja bastante.

Parece que conoce el Evangelio. Ante la respuesta dada al periodista está implícita la concepción de que la vida continúa, que hay esperanza y, además, rescata en forma indirecta las palabras de san Lucas: “(…) ‘¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado’. (…)” Creo que Maru Botana lo tiene en cuenta. Es doloroso, aunque la fe, además de mover montañas, determina otras variables que son la montaña misma -el resucitar-: su esposo, los otros hijos, los parientes directos, la gente que la aprecia y más en la tarea que desempeña en un medio masivo. Con fuerza, encontrará a su hijo muerto entre los vivos.

No me cabe ninguna duda, más, vislumbro que Maru Botana nos va a demostrar a todos ese valor que con sufrimiento una madre supera, en la lucha por la continuidad de la vida.



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