El 'mercado'



Por Pedro L. Armano


La más acertada definición de mercado, según la situación actual, es la que ofrece el Evangelio de san Juan: “(…) Jesús subió a Jerusalén, y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: ‘Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio’. (…)” . Imaginemos por un instante que la casa de mi Padre podría entenderse como el Mundo, donde millones de individuos sufren las consecuencias de un manejo interesado. Entonces, más que de mercado habría que hablar, como cualquier hombre común, del supermercado, donde los precios se objetivizan, después de las grandes teorías abstractas.

También en el capitalismo, se hallan distintos tipos de mercado. Francisco Aldecoa Luzárraga, catedrático de Relaciones Internacionales y decano de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, distingue tres capitalismos: El modelo norteamericano responde a la fórmula de mercado máximo y Estado mínimo. El asiático se caracteriza por un mercado regulado por el Estado y en el europeo es la sociedad del bienestar que establece la relación entre mercado y Estado. (Diferencias que otorgan a las nociones de mercado, Estado y sociedad). De la nota La refundación del capitalismo. Diario El País, 22/11/2008. Madrid.

La Argentina no está exenta de los vaivenes económicos internacionales. La diferencia que complica su postura frente a los inconvenientes pasados y recientes son los vaivenes hacia los extremos. Lo resumió con exactitud Eduardo Fidanza, en una nota publicada en el diario La Nación el 03/12/08, con el título Nosotros o ellos. Allí, el autor afirma: “Enarbolar espasmódicamente al Estado o al mercado como premisas de la salvación nacional ha tenido pésimos resultados, pero ninguno de sus mentores ocasionales quiere reconocerlo”. Los gobiernos sucesivos nunca se posicionaron en un rumbo determinado.

Este juego de sube y baja no conoce ni respeta méritos de ningún lado. Es volver a empezar siempre. Al actuar así, permite que cualquier cimbronazo de orden económico repercuta con mayor virulencia en el país.

En cuanto a la ‘crisis internacional’, adhiero a lo expresado por la periodista española Soledad Gallego-Díaz: “(…) Todo esto era incumbencia de unas personas determinadas que, en todo el mundo y a lo largo de una serie de años, han incumplido con su compromiso más importante”. (Explicaciones, no disculpas. El País, 22/03/09. España). (1)

Y el futuro aparece muy sombrío, pues una alta funcionaria del Departamento del Tesoro de Washington recibió al político argentino Alberto Fernández, con estas palabras: “Váyase de Washington si está buscando buenas noticias. Aquí nadie sabe hasta dónde llegará la crisis ni cuánto tiempo durará. Todos los pronósticos son inciertos e infundados.” (Inquietante clima de odio. Joaquín Morales Solá. La Nación, 22/03/09. Argentina). (2)


pedroarmano@hotmail.com

___________________________________________


(1) A fuer de ser honesto, debo citar a la periodista española quien publicó primero dichos conceptos, aunque yo los venía pensando desde que comenzó la crisis económica internacional.

(2) Tuve que finalizar con otra cita, porque la valiosa información de Joaquín Morales Solá no se podía dejar de lado.


Murió Alfonsín

Por Pedro L. Armano

Cuando incluso desde la semiótica, la mención de un simple apellido provoca significado, es porque lleva consigo una dosis de determinadas características que pueden ser positivas o negativas. En este caso, surge de sobremanera lo positivo.
La reacción por el fallecimiento del doctor Raúl Ricardo Alfonsín el 31/03/09 justificó de hecho lo explicitado líneas arriba. La gran mayoría de los medios de comunicación usaron simplemente el apellido del ex presidente, con lo cual daban por sentado que la opinión pública iba a comprender de quién se hablaba o escribía, al margen de la continuidad y seguimiento de las últimas noticias por la evolución de su enfermedad. En los medios extranjeros sucedió casi lo mismo. Tal repercusión no sólo afectó a la prensa, sino que todo el espectro político manifestó su pesar, y supo vislumbrar desde los variados ángulos partidarios las condiciones sine qua non de “El héroe de la democracia argentina”, como lo mencionó el diario The New York Times.
La sociedad argentina en su conjunto tampoco obvió el reconocimiento de las condiciones democráticas y virtudes personales del líder radical.
Es sugestivo cuando la derecha y la izquierda -quizás denominaciones un tanto obsoletas- concuerdan en pareceres y opiniones: existe algo más que la ideología. En Alfonsín los valores democráticos se conjugaron a la perfección: ideales llevados a la práctica con convencimiento y firmeza, respetando siempre las otras posiciones. Al margen de sus aciertos y desaciertos cultivó la responsabilidad de un hombre de Estado -no de gobierno-, de allí que la figura se agigante y pueda ser calificado estadista, bastantes escasos en América Latina.
El mismo periódico estadounidense lo destaca también de la siguiente manera: “Mr. Alfonsín’s presidency in the 1980s symbolized the return of democracy in Argentina”. Otro rasgo peculiar que le posibilitó ingresar en la historia, sin buscarlo con falsos populismo o bravuconadas vacuas, carentes de estrategias políticas.
Triunfó su espíritu constitucionalista: lo exhalaba en los discursos de campaña…"La vida de Raúl Alfonsín impresiona por la autenticidad. Por la dignidad con la cual defendió ideas, por el coraje con el que actuó", dijo José Claudio Escribano.
Sé que muchos, en su momento, no lo entendieron, aún algunos correligionarios, y así se frustró otra vez la incipiente y moderna democracia argentina de partidos. Pero permanece una semilla ‘progresista’, que hasta el momento no se había plantado. Además de su hombría de bien y caballerosidad que resaltaron al hombre antes que al político, se detecta la impronta de una personalidad avasallante. Por lo tanto decíamos en el inicio del artículo, que la mención del apellido de determinadas personas resume las condiciones innatas de ese ser humano. Murió Alfonsín.
No quiero cerrar el escrito sin rescatar unas líneas del periodista antes citado. “Al fin de cuentas -resumí, como pude-, mucho más importante que no haberlo entendido a veces, es haberlo querido, Presidente. ‘Claro que sí -contestó-; así ha sido’”. La Nación, 01/04/09.

pedroarmano@hotmail.com

El amor a dos puntas



Por Pedro L. Armano


No recuerdo si el actor era Vittorio Gassman o Ugo Tognazzi. El film blanco y negro. Lo que sí tengo grabado en la memoria es una escena y el parlamento. Un hombre y su amada iban a mantener relaciones, en un sillón. De repente, surge la imagen del actor, se estira hacia una mesa donde hay un tocadiscos y lo pone en funcionamiento: “è meglio con Vivaldi”, y vuelve a desaparecer. El sillón siempre estuvo filmado con el respaldo hacia la pantalla.

Muchas veces habrá repetido la escena Susanne Klatten, la heredera del imperio automotriz BMW, una de las mujeres más ricas de Alemania. También, con su amante, utilizó quizás hoteles de superlujo, camas suntuosas u alfombras persas, a la luz de los leños crispando en la chimenea de algún chalet de la Selva Negra. O se revolcaron en la arena, bajo el sol de Capri, mientras gozaban de las fugaces brisas del Mediterráneo. Por supuesto, con las mejores ropas y exquisitos perfumes, siempre de moda y para la hight society.

Pero su compañero le falló. El suizo Helg Sgarbi sedujo a la empresaria y luego la extorsionó con el argumento de publicar fotografías de los encuentros amorosos. Según trascendidos, el pedido para detener tal determinación, le costaría a la multimillonaria alrededor de 14 millones de euros. Klatten, cansada de ese tipo de exigencias, realizó la denuncia. En el juicio, los magistrados determinaron una pena de seis años, porque Sgarbi reconoció, además, haber extorsionado a otras cuatro damas adineradas.

El gigoló -nosotros tenemos una imagen literaria más contundente, creada por Enrique Santos Discepolo: “el que vive de las minas…”-, ex empleado del banco Crédit Suisse, tuvo que enfundar su mitomanía y aguantar la sombra de la cárcel. Detrás del condenado, actuaba, como era de esperar, una organización cuasi mafiosa.

La otra punta contiene un tinte más romántico. Tampoco deja de sorprender. En la penumbra de la selva colombiana, poblada de mosquitos y de diversas alimañas, y de gritos burdos de guerra, con descortesías de ínfulas militaristas, con escasa agua e higiene, sobre un catre quejumbroso y lleno de polvo y pulgas, hicieron el amor dos rehenes cautivos de la FARC: Ingrid Betancourt y el ex senador Luis Eladio Pérez.

Según Ángela de Pérez aceptó, en un reportaje, la infidelidad de su marido con el siguiente argumento: “… fue producto de una solidaridad muy grande de su esposo ‘con una mujer que pasó por el mismo infierno que él, y en el que contra ella se podían cometer los peores atropellos por ser mujer’ “. Un amor dentro del horizonte de la duda entre la vida y la muerte, resulta ser más ‘comprensible’ que el primero…

De cualquier manera, considero que en los dos casos -uno de carácter delictivo, otro, por temor a la muerte- se puso en práctica la precisa expresión norteamericana ‘make love’, hacer el amor, así como se hace una mesa o una comida, y ya está. Jamás se detuvieron en pensar -imposible en Helg Sgarbi- de que el amor es lo explicitado con exactitud por Marcos Aguinis: ”(…) cuando fluye el manantial de una poderosa emoción que incluye valoración intensa, respeto, interés, apego, deleite, ayuda y honda consideración por el ser amado”.


pedroarmano@hotmail.com

_______________________________________________

* Susanne Klatten está casada y tiene tres hijos.