Por Pedro L. Armano
He visto una fotografía de John F. Kennedy, un ciervo de catorce puntas como lo definió el escritor español Manuel Vicent, saliendo del mar, aplaudido por sus seguidores. (Recuerden que al presidente, muerto por magnicidio, le habían recomendado la natación como terapia, para su crónica dolencia de columna, después del accidente sufrido durante
Entonces, no comprendo por qué causaron tanto revuelo dos o tres
fotografías, donde la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quiso disfrutar, en un impasse de
Si la vestimenta resultó ser “la piedra del escándalo”, no posee nada de extravagante: un traje de baño enterizo y negro, acorde con su edad, investidura y físico. Lo mismo que el de la amiga María Angélica Álvarez, directora de Programación.
Por lo tanto, cabe pensar que la sociedad chilena es muy pacata o la oposición busca flancos criticables, aunque sean nimios, o los medios de comunicación quieren simplemente vender más. Comparto la declaración del vocero presidencial del país trasandino, Francisco Vidal: “Cuando se levanta en la mañana tiene tres opciones: seguir revolcándose en las sábanas, bostezando; otros salen a correr, y a la presidenta le gusta bañarse si hay playa”.
pedroarmano@hotmail.com
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