El Día de los Enamorados


Por Pedro L. Armano


San Valentín y su día tienen aristas controvertibles. La primera está relacionada con el poeta inglés Geoffrey Chaucer (1343-1400). En su Parlament of Foules (1382), escribe: Porque esto fue el día de san Valentín, / cuando cada ave vino aquí a elegir su pareja. / El cantar popular, basado en la naturaleza, fue difundido en los países nórdicos y sajones. La segunda rescata su origen en la antigüedad.

El profesor de la Universidad de Kansas Jack Oruch sostiene que no hay contacto entre el amor y el día: desde la mitad de enero hasta la mitad de febrero, Atenas se consagraba a Gamelión, el sagrado matrimonio del dios Zeus y la diosa Hera. Tampoco en Roma, reafirma el académico, existe algún nexo con el tema, pues las Lupercales -rito arcaico sobre la fertilidad- se celebraban el 15 de febrero y no se registran matices románticos, dado que es en honor del fauno Luperco. El estudioso aclara que lupercalia deriva de lupus, ‘lobo’, y podría estar en concordancia con el amamantamiento de Rómulo y Remo.

Otro de los criterios radica su fundamento en la Roma antigua: por los días de enero y febrero se realizaban la adoración al dios del amor, Eros -Cupido-.

También, sumado al argumento anterior, se dice que en el tiempo en que vivía san Valentín, éste se dedicaba a casar parejas a escondidas, bajo el rito de la Iglesia, pues los enamorados eran cristianos y estaban perseguidos.

Lamentablemente, el mártir no se salvó de la Roma imperial y fue ejecutado en el 270. Los restos del santo se hallan en la basílica del mismo nombre, en Terni. Aquí surge una nueva controversia: algunos manifiestan que el san Valentín es el de Roma y no el de Terni. Los filólogos jesuitas, que estudiaron la cuestión, se inclinan por aceptar que ambos son los mismos. En los dos casos no se detectan elementos románticos.

Pero se supone que a mediados del siglo XX se estableció la relación entre el Día de San Valentín y las fiestas grecorromanas.

Los españoles resolvieron el asunto de forma más práctica: creen que la festividad ha sido impuesta por las tiendas el Corte Inglés, para incrementar sus ventas.

El Día de San Valentín es en la actualidad una fecha dedicada a los enamorados, que abarca no sólo a Gran Bretaña y Estados Unidos de Norteamérica, sino además a muchos países occidentales, y a algunos orientales. El día 14 de febrero, la iglesia de Terni desborda de parejas que concurren para agradecerle al Santo.

Mario Diament, corresponsal en Estados Unidos del diario La Nación, escribió, en esta época de crisis, en sus ‘Crónicas Norteamericanas’, lo siguiente: “ En lugar de erogar los 100 dólares que cuesta un ramo de rosas en una florería, los ardientes enamorados probablemente se inclinen por los 19,95 dólares que cobra un quiosco callejero. Después de todo, lo importante es la intención o, por lo menos, sería bueno que lo fuera. ‘El corazón tiene razones que la razón no conoce’, sentenciaba Pascal. La economía, por lo visto, también”.

Sin embargo, todo lo expresado queda sin asidero, cuando interrumpe la era digital. El periodista Hernán Casciari envía, desde Barcelona, una noticia que va a caer como un balde de agua fría. Google puso en práctica Latitude, un servicio gratuito que permitirá ubicar -celular mediante- a los contactos de la agenda que den su consentimiento. “La tecnología no solamente le ofrece nuevos horizontes al adulterio: también le brinda modernos prismáticos a los celos”, sentencia el cronista, para rematar la ‘buena nueva’.


pedroarmano@hotmail.com

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